hechizamiento habánemico hebdomadario
un blog: ·irreverente ·antiserio ·joven ·noctámbulo ·artístico ·libre ·underground (subterráneo) ·loco (esquizo) ·pornopolítico (análquico) ·rizomático ·múltiple ·fragmentario aquí&ahora
Nací en 1984, año vaticínico orwelliano, en el materno Hija de Galicia, en Luyanó, un barrio del Municipio 10 de Octubre en Ciudad de La Habana en una casa antigua que se cae a pedazos que fue lo único que le dejara a mi abuela materna su esposo además de una agria, soberbia y rígida personalidad. No sé por qué motivo mi madre, joven intelectual promesa socialista, me puso un nombre tan horrible y vacío y mi padre, genio desperdiciado en la botella, lo permitió: Lianelis y para colmo Victoria, a petición obtusa de una tía abuela de Cabaiguán, a quien apenas conocí por fotos viejas, cartas esporádicas y herencias prematuras. Villares, y Plasencia, que si no escribía mi segundo apellido donde quiera que hiciese falta mi mamá se ofendía profundamente, por suerte su pensamiento ha evolucionado a disparidad del entorno rondante.
Mi madre se crió con señoritas de limpieza y cocineras junto a sus dos hermanos. Mi abuela iba con la corriente que se impusiera, con la Revolución triunfante era la más cederista de las federadas de la cuadra, por ahí están las medallas en recuerdo a la chivatonería y delación de las que este gobierno presume y adoctrina desde que estamos en la escuelita. De lo más honorable!
Por el contrario mi madre, contadora y alfabetizadora a los 14 con sus hermanos, se mantuvo fiel a los principios que le adoctrinaron y reafirmaron según el marxismo-leninismo socialista imperante en la isla. No conocí hasta ahora persona más consecuente, humilde y honrada rayando en lo comemierda y tan ingenuamente idealista. Por supuesto están los que no quieren quitarse la venda de los ojos porque no les conviene o viven muy bien para percatarse demasiado en los errores del sistema, que nunca se desengañarán del todo o no querrán admitir que desde el principio todo fue una gran estafa desfachatada. Ella ha sabido darse cuenta y evolucionar su pensamiento inteligentemente. Pocas son las cosas que hoy día no percibe o se le escapan de lo que sucede con los geriátricos mandatarios, las nuevas cada vez más absurdas medidas e informaciones ocultas y manipulaciones extremas, pues como periodista cultural y crítico de cine ha tropezado por fuerza durante muchos años con los malos manejos en lo que se deja leer y lo que no puede pasar bajo ninguna circunstancia. Cuando no pudo más con la censura pidió la jubilación. Mi padre, también periodista fue un pintor precoz, además de escritor, poeta y artesano, cuyo genio se extinguió poco a poco en el alcoholismo; hijo de la importante figura que fuera el editor jefe del afamado Diario de La Marina, melómano desde siempre, se crió en el ambiente de los telones de la Ópera en el Gran Teatro de La Habana y el viejo Auditorium de Calzada y D, que luego sufriera un atentado quemándose enterito, quedando inutilizado por años hasta su nueva y más o menos reciente restauración. Ah, y tengo entendido que mi abuela paterna dio clases de piano cuando era joven. Así que por algún lado, lejano y empírico, me tenía que llegar la música, aunque no la ejerza como profesión ni mucho menos: me limito a las clases de cuando en vez si la soga roja aprieta mucho. Así que en 4to grado (9 años) pasé un taller musical en el Conservatorio vedadiense de Nivel Elemental Manuel Saumell que me preparó para hacer los exámenes de ingreso al mismo en 5to. Luego de cuatro años estudiando guitarra y hice un pase de nivel aterrador al Conservatorio Amadeo Roldán donde me gradué en el 2003 del mismo instrumento, sin penas ni glorias.
Estudiando en mi pre “de arte” conocí de la convocatoria a un tallercito de técnicas narrativas en la Casa de Cultura de Centro Habana, donde Jorge Alberto Aguiar Díaz, joven escritor treintiañero fundaba el taller Salvador Redonet. A partir del 99 más o menos ya Jorge no dejó de vincularse a mi entorno cotidiano. A él le debo mis primeras garrapateadas un poco más serias -mi hermana y yo solíamos leer mucho escribir canciones, cuentos y poemas desde muy pequeñas- pero experimentos todavía en forma de cuentecitos verdes incipientes. Más adelante era fundadora asistente a los talleres y laboratorio de escritura experimental y creativa Enrique Labrador Ruiz y Carvert Cassey respectivamente. Y después para rematar la maravillosa Klínica y Fábrika, donde Jorge nos empapaba de los inicialmente abstractos franceses Deleuze y Guattari como filósofos de la vida y la literatura, creadores del esquizoanálisis y la teoría rizomática.
Más tarde matriculo al ISA (otra vez aterradoramente) Instituto Superior de Arte, en la especialidad de Composición, luego de perder dos años indecisos en los que cumplí servicio social en la Adolfo Guzmán, una empresa estafadora que como todas las de su estilo agrupa músicos y bandas para molerlos a impuestos legales.
Del ISA salí huyendo desencantada a mitad de 2do año por la escasez de profesores y el desgano, la decadencia y la mediocridad institucionalizada en la calidad de las clases. Me metí en la Alianza francesa para pasar el tiempo. Pasé hasta un curso de guión en el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica). Me metí en el cardocentro: en la desafortunada IX edición Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, donde sufrí los embates de un escritor convencional envejecido (regañadientes) y atascado en el realismo socialista que se propone todavía formar escritores como soldados en las trincheras de ideas como realización de otro proyecto de nuestro querido y relegado Coma Andante. Con muchos disgustos y nada de conocimientos salí con un canto en el pecho por la suerte de ganar una mención de 100 CUC (”pesos libremente convertibles”, moneda inventada en el colmo de la desfachatez y la tortura del cubano), pagos modo cash ipso facto en la despedida. Corriendo incluso con mejor suerte cuando al rato gané el Accésit de La Gaceta de Cuba, 2007, esta vez 3 000 pesos moneda nacional, en cheque otorgado a los meses, con impuesto de casi 400. Un concurso demasiado oficial cuyo premio mayor asciende a los mil CUC. Como Thomas Bernhard debo admitir que ganar un premio es permitir que te caguen en la cabeza. Hasta ahí, hasta hoy, mi trayectoria literaria. Cursitos de fotografía por aquí y por allá y una que otra exposición más que esporádica.
Sin la fotografía no puedo vivir. Es algo que tengo que reconocer profundamente. Aunque no tenga una cámara profesional ni mucho menos, no puedo vivir sin tirar fotos.
A Yoani la conocí cuando me llevó a su casa un amigo y conocido suyo y de Reinaldo cuando ninguno imaginara todavía la magnitud de lo que empezara como un simple blog de una simple cubana que hacía crónicas de lo que pasaba a su alrededor. Estas ¨pequeñas cosas¨ como dicen algunos malintencionados, que mantienen en la miseria que ha provocado esta dictadura militar a la mayoría de la población cubana.
(Por supuesto Cuba no carece de un humor sarcástico-mágico-surrealista, y entonces si narras las cosas como son no puedes dejar de llamar la atención, por muy bobas que nos puedan resultar a los que ya habituados las rechazamos con insipidez y amargura. La realidad del cubano sólo hace gracia al extranjero. Si la padeces todo cambia, y el circo se vuelve tragicómico. Aburrimiento y cansancio.
El estilo de Yoani es tan depurado que la tristeza está teñida con salpicaduras optimistas a pesar de la crítica más dura que puedan contener sus textos. Me alegro mucho de conocerla y contarme entre sus más recientes amistades, en una ciudad donde encontrar gente clara y transparente va costando trabajo. Aquí todos tienden a agachar la cabeza y a zigzaguear como se pueda las leyes delirantes que nos gobiernan. El sentido que tuvo -que pudo tener- alguna vez la palabra “revolucionario” para el cubano hace mucho que dejó de existir y se convirtió por el contrario en el mayor disparate: cambio ninguno… Por eso nunca entendí cuando Pablo Milanés se autoproclamaba cada día más revolucionario después de cantar en lo que a su vez representara la “consagración” en el protestródromo, cabe suponer que los artistas también enloquecen de a poco).
Mucho menos pensaba yo en hacerme un blog, ni devenir “blogger” del inxilio. Ya tenía mi sitio en Myspace, este sitiecillo-negocio de algún multimillonario aburrido que sin embargo funciona muy bien a la hora de acercarse y conocer la existencia de gente joven -y artistas consagrados- de todas partes del planeta con inclinaciones e intereses tan diferentes. Allí hacía más o menos lo que hago ahora en hechizamiento, mucho más caótico a lo mejor pero siempre con esa poca seriedad a la que soy dada: esa irreverencia, si quieres. Un blog propiamente no era lo que yo pensaba crearme, por las características periódicas que supone, entre otras cosas hacerte de una conexión fija, cosa casi imposible de mantener desde aquí. Trabajo desde donde puedo, cuando puedo. Internet en Cuba, si bien no está del todo prohibido, aun cuando salgan programas educativos diciendo a la población que tiene que desconfiar de la red de redes, es tan inaccesible para la mayor parte de la juventud, que no puede sino flotar todo el tiempo en una nada informática desactualizada y desconectada por completo del mundo exterior; entre lo imposible y complicado que se vuelve poder conectarse y mantener aunque sea una cuenta de correo, para alguien que gane un salario estatal, más o menos decente, una cuenta, ilegal, le podría salir en lo mismo (precio) que el alquiler de una habitación con condiciones elementales en lugares no céntricos. Y por supuesto se hace cada vez más difícil conseguir alguna de las dos cosas…
Además de esos otros problemillas con la velocidad que padecemos, que casi no te permite subir un video pequeño o demasiadas fotos o navegar con algo de la comodidad requerida para bloggear, que un cubano hasta ahora desconoce. He llegado a conectarme a 7 kbtes por segundo en el colmo de lo ridículo. La speed normalmente fluctúa entre los 48 y 50 kilobytes por segundo, nada de banda ancha, con un servidor nada recomendable en cuanto a protección de tu privacidad en información personales.En un hotel la cosa puede mejorar, sólo que la hora cuesta 8 CUC, o sea, una renta de alquiler o un salario mínimo.
Entonces cuando le dices a la gente que estás armando un blog enseguida te abren mucho los ojos primero por la dificultad real que presupone conectarse, la lentitud en caso de disponer de una conexión siempre clandestina,(es cosa de locos poder actualizar las entradas con cierta periodicidad o frecuencia aceptable) y luego por lo arriesgado y aparentemente peligroso que siempre ha representado cualquier manifestación independiente espontánea, desde dentro, donde la palabra “reunión” prácticamente se traduce y malinterpreta en “desafío” o desavenencia política.
No me propongo mucho, a decir verdad casi nada, con Habanemia. Su carácter es personal y acaso íntimo, por esa parte tiene más de diario-ripio-collage que de periodismo. Más bien una documentación, aproximada y parcializada por mi mirada, de mi tiempo, de mis actividades, mis deseos, mis textos, criaturas deformes escriturales, las que me gusta llamar escaramuzas literajeras, mis muchas fotos, de la vida joven -cercana a mis intereses, claro- que le ha tocado sobrevivir esta habanemia, ciudad anémica y descolorida, inhóspita y surrealista.
Al principio quise homenajear al ultrajado Lezama pero después se fue transformando en
otra cosa, aunque pienso seguiré citándolo siempre que pueda. Todavía es un espacio abierto al cambio y siempre lo va a ser, nunca estará terminado o corregido e irá tomando formas diversas como toda criatura variable y voluptuosa. Está pensado para testimoniar el espíritu de la juventud habanera “desafecta” y anémica aunque “hechizada” por sus inclinaciones artísticas y deseos de crear para resistir, y por fuerza tiene que ser un espacio libre que se proclame libre y no encasillado ni ordenado y mucho menos sin pretencioso en modo alguno.
Pienso incluir toda aquella persona amiga discriminada y maltratada por la sociedad o la autoridad arbitraria, pero siempre desde mi propia voz dañada por toda una vida sin libertad de expresión. En blogspot hasta ahora la he tenido. No he sido bloqueada como el portal de Yoani y otros sitios más ¨subversivos¨en contra del régimen castrista ni “advertida” por nadie, hasta ahora, esta puede ser mi nota suicida, mi condena a ser silenciada de pronto. Cierto es que una vez recibí una citación, pero como llegara a mi poder en mal estado, mal escrita y tardíamente, decidí ignorarla, aún cuando la curiosidad me llevara al punto de considerar ir a la estación a “entrevistarme” con el oficial en cuestión. En cuanto a eso de “disidente”, o “subversivo”, pudiera marcar mi propia “peligrosidad predelictiva”, por la cual muchos inocentes están cumpliendo condena, de la que se salvó hace unos días el pobre Gorki, así que mejor prescindimos de las palabritas escabrosas. Aunque ya tengo mi propio agente “Alexis” asignado, por gritar Abajo Fidel calle G arriba o portar una “zapatilla disidente”, lia´s fashion no establecida ni admitida por los agentes del Minint que andan de civil por la ciudad confundidos con el resto de los mortales, pocos en comparación, con todos los policías y militares que ornamentan nuestras calles. Pero hasta ahora no es nada que me preocupe realmente. El miedo no puede ser factor paralizante. Más bien motor de arranque para nuestro grito de resistencia harto liberadora que ha sido de hecho mantener este blog.
Hechizamiento habanémico tendrá pues un espacio eficaz y caótico igual para toda aquella diáspora o minoría dentro de esta ciudad sitiada y ruinosa. Habrá que resignarse a no ser muy hebdomadario porque saldrá cada vez que pueda acceder a las preciadas y precarias condiciones de la megalentísima conexión desde mi laptop desbaratada y hecha talco.
Además no considero que mi blog sea en términos de política ni siquiera semejante al de Yoani, ni al de muchos de la llamada blogosfera cubana, sí es político como casi todo en nuestras vidas, pero de hecho yo misma me considero muchas veces apolítica, por no pecar de amoral… Lo que me encabrona es que unos viejos chochos dirijan nuestro país y de modo tan espectacularmente necio y desfachatadamente demostrado.
Y bueno PPR siempre tendrá un espacio en Hechizamiento por la cercanía personal y mi afinidad lúdica y musical irreverente para con sus canciones, que entre tanta mierda escrita en letras románticas y demás atrocidades que se escuchan por ahí, son el respiro para los intolerantes de los medios oficialistas. Por cierto, hace unos días daban un programa en la televisión ¨educativo¨ a la población cubana sobre la no credibilidad que debía otorgársele a internet!
Es un país y una ciudad de locos delirantes de lo que no hay remedio, y aquí nos toca permanecer o echar por lo menos buena parte de nuestras vidas como ovejas de un único e indivisible rebaño.
La computadora que creó mi hechizamiento es una laptop P2 con Windows XP –viva todavía!- ralentizada aún más con sólo 6 GB de espacio en disco duro. Con esta IBM de principios de la revolución tecnológica en desarrollo de laptops, he hecho casi la totalidad de mi blog.
A veces, cuando la cuenta no da la cuenta, y se acaba a mitad de mes, compartida entre amigos solícitos desinformados -y no te digo el origen porque me la pueden desactivar si se divulga-, como nos ocurre cada vez, tengo que recurrir a otros amigos y -¡horror!- cardocentros o AHS, donde acceder a Blogger cuesta dios y ayuda y por supuesto la mayoría de las veces hasta los navegadores Google y Yahoo están bloqueados por el servidor, que nos cuida de dañarnos los equipos con velocidades mayores a los 46 kbytes o algo así. Incluso corriendo el riesgo de que tus passwords se queden en los teclados ajenos controladores sin escrúpulos.
Pero bueno, siempre podemos consolarnos pensando en peores lugares como Corea del Norte, ¿verdad? Y claro, el miedo es lo más reinante en nuestras calles y casas y familias. La cosa es sobreponerse un poco y arriesgarse otro.
Por lo general siempre he sido más confiada y menos paranoica de la cuenta.
Debe ser que todavía soy joven. O sea que Habanemia no quiere ni pretende ser un blog periodístico ni mucho menos político en el más estricto sentido de la palabra, porque como sabemos, político es todo o casi todo. Como PPR reafirmo que a Habanemia no le gusta la política, pero lamentablemente como todo lo que se despinta o se desborda, a ésta sí que le gusta, compañero… Entonces por esa parte no creo estar siguiendo los pasos de ningún bloguero en específico. Por el contrario, pienso que era un espacio que a mi entender se hacía notar en falta: esta juventud anémica “hechizada” o paralizada como por encantamiento en una suerte de estado catatónico crítico donde nosotros los hechizados permanecemos encerrados sin mucha o ninguna voz y prescindiendo de las libertades más esenciales, carencia maravillosamente cruel de la que hace eco un principio supuesta y disparatadamente llamado revolucionario, basado en el engaño y la injusticia… y aún así, habemos los que vivimos la ciudad con la fuerza mágica de un quehacer creativo o grito performático o graffiti perturbador o flayer intransigente, a sabiendas de un futuro inmediato inexistente o al menos inimaginable por el momento.
Cada día nuevos blogs que nacen y se multiplican desde todas partes de Cuba y el mundo, demuestran que es posible y tanto mejor pronunciarse en contra de arbitrariedades tan absurdas y represivas que quedarse de brazos cruzados y sumirse en la indiferencia y el silencio colectivos.
Hechizamiento no será entonces más que ripios dentro de ripios. El reflejo pálido de
estas generaciones enteras sin perspectivas en Cuba, desesperanzadas en la insipidez de la
ausencia total de opciones de cualquier tipo y sumidas en el olvido de la historia ir-real de un país sin historia.